viernes, 16 de julio de 2010

Bibliotecas cacereñas en verano

Con esta entrada, quiero hacer constar mi protesta ante la circunstancia de que ayer viernes, 16 de julio, la Biblioteca Pública de Cáceres estaba cerrada a las 18.15 h, teniendo un horario de 17 a 20 h, SIN NINGUNA EXPLICACIÓN NI CARTEL ANUNCIADOR. Asimismo, la Biblioteca Central de la Universidad igualmente estaba cerrada, con un anuncio que decía "HOY 16 DE JULIO, la biblioteca permanecerá cerrada por labores de desisectación y desratización". ¿No podría haberse anunciado días antes, y no el mismo día? Uno viene en autobus, tardando bastante tiempo (y podría ser peor, estudiantes que vinieran de sus pueblos) y se encuentra con la biblioteca cerrada sin previo aviso. Aquí parece que piensan que los lectores son unos ociosos a los que se puede tratar de cualquier manera.

miércoles, 24 de marzo de 2010

¿He de seguir?

Hace más de un mes que no publicaba ninguna entrada, y no porque no hubiera motivos o incitaciones para hacerlo. Un blog vive gracias a sus lectores, a la presencia y a los comentarios de éstos. Es difícil supongo, llegar a la gente, sobre todo cuando uno prescinde de una labor de comunicar a amigos, y prefiere conservar el anonimato por querer hablar de cuestiones que nos afectan a todos, y protegerse de los ataques ad hominem tan frecuentes aquí. Si alguien entra en este blog, agradecería que dejara algún comentario, positivo o negativo, pues sin esta respuesta, o "feedback", como dicen ahora, mi labor, surgida del amor a mi tierra y deseo de su mejoramiento y progreso en todos los sentidos, no tendría sentido.

lunes, 8 de febrero de 2010

Lo que dice hoy el "Hoy"

El inefable diario Hoy publica una noticia que, con su habitual tendencia al sensacionalismo, se titula "Extremadura no lee" donde se dan los resultados de una encuesta que dice que nuestra región es la que menor tasa de lectura tiene. Aunque no con tanta diferencia: "Castilla-La Mancha (50,5%), Andalucía (50,2%) y Extremadura (49,4%) cierran la parte baja de la tabla".
http://www.hoy.es/20100208/local/extremadura-201002081631.html
Razones aparte sobre esta encuesta (está claro que en las ciudades hay mayor oferta cultural, que en el norte se pasa menos tiempo en la calle, y otras causas históricas sobre las que hoy no voy a extenderme), querría preguntar qué hacen los dos periódicos regionales para remediar o paliar esta situación.
El "Hoy" ni siquiera tiene sección de Cultura como tal, sino sólo una mínima de "Sociedad y cultura". El Periódico de Extremadura no tiene sección de cultura. Por no hablar del ínfimo nivel de sus redactores. Mientras que periódicos como "El Faro de Vigo", "La Nueva España" de Oviedo, el diario "Córdoba", por poner algunos ejemplos, cuentan de vez en cuando con colaboraciones de críticos o escritores de prestigio, los lectores de "Hoy" se han de dar por satisfechos con las elucubraciones diarias de un tal De la Torre... Sin duda, los dos diarios regionales no sólo no contribuyen sino que disminuyen el nivel general de la cultura en Extremadura.

martes, 2 de febrero de 2010

breve apunte sobre Cáceres 2016



Cuando hace ya varios años marché de Cáceres tras vivir unos años aquí, ya había noticia a la aspiración de Cáceres a ser capital europea de la cultura. Regresado aquí, me sorprende la puerilidad de la publicidad que se le da a esa pretensión. Los argumentos se basan en lo bien que le vendría a Cáceres ser capital europea, no en por qué merece serlo. Esto se resuelve en un párrafo breve que da pena leer: "Enumerar las razones por las que Cáceres debería ser Capital Europea de la Cultura en 2016 sería sencillo, aunque extenso: porque es Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por la muralla árabe, por sus innumerables palacios, por su gastronomía única, por sus vinos, etc." Si es por gastronomía y vinos, cualquier ciudad española dirá que los suyos son mejores, si por monumentos árabes, ciudades como Córdoba tienen más de qué presumir, etc. Pero sobre todo, creo que la capitalidad cultural, para merecer este nombre, debería darse a una ciudad que destacara por su vida cultural, de la índole que fuera. Y vida cultural en Cáceres, por muy benévolos que seamos, hay poca y anodina. Seamos realistas. En esta región se lee poco, hay poco interés por el arte, y la mayoría de la gente no tiene inquietudes culturales de ningún tipo.
Los cacereños quieren que Europa les premie, por su cara bonita, pero, habiendo vivido en bastantes ciudades europeas, creo que Cáceres es una de las ciudades que menos merecería ser capital de Europa en nada. Es lo más opuesto a una ciudad cosmopolita y su aportación a la cultura actual es igual a cero. Hace diez, doce años había cierta vida cultural que se desarrollaba modestamente, sin aspirar a ser capital de nada. Ahora, todo ha decaído, las causas son muy varias, y habrá que irlas desgranando de vez en cuando. Entretanto, me da un poco de vergüenza ajena ver el dinero que se gastan en autobombo para consumo de los de casa.

martes, 26 de enero de 2010

Con el “tren hotel” de Madrid a Cáceres



Se habla de vez en cuando del futuro AVE de Extremadura, el tren de alta velocidad de Madrid a Lisboa que enlazará nuestra comunidad con rapidez y confort a la capital. Los extremeños suele hablar de ello con poca convicción, con cierto escepticismo. Hay poca costumbre de viajar en tren, por las escasas líneas y su servicio poco cómodo. Es un círculo vicioso, pues ¿para qué va a renovar RENFE sus trenes si ya son deficitarios? Por eso, yo me empeño en tomar el tren siempre que puedo. Anoche lo tomé para volver de Madrid, donde estuve un día ocupado en unos asuntos, a Cáceres. Se trata de un “tren hotel” que va a Lisboa, que sale a las 22.25 de Chamartín y llega a la 1.51 (si no hay retrasos, lo que suele ser poco frecuente) a Cáceres. Tampoco hay muchas posibilidades para volver a Cáceres, si tenemos en cuenta que el último autobus sale a las ocho de la tarde*. El viaje, por ende, fue poco agradable, y nada económico, pues pagar 39 euros por ir en clase turista resulta caro para el servicio que ofrecen. Debe ser más cómodo en los vagones litera, es decir, donde van los portugueses. Pero para los extremeños, que no vamos a alquilar una cama para dormir tres horas y media, el viaje es molesto y puede llegar a ser un calvario si uno es sensible y se le levanta dolor de cabeza con facilidad. El tren hace un ruido infernal, que casi no deja escuchar ni los pensamientos ni siquiera la música que uno pueda escuchar. Traqueteos sin fin, olor a humo quemado de vez en cuando, y el continuo ruido de las ruedas y la maquinaria hacen el viaje muy poco grato. Claro, no es sólo culpa del tren, habría que mejorar la vía, y eso cuesta dinero y total, la gente no utiliza el tren. Para colmo, ya que el estrépito que armaba el tren dejaba la posibilidad de echar una cabezada fuera de cuestión, decidí ponerme a leer, pero esto sólo lo pude hacer hasta Talavera de la Reina. Nada más salir de esta estación, el revisor vino y apagó las luces. De nuevo, viajando a oscuras por Extremadura, como cabezas de ganado.

Quizás mi blog se arriesga a parecer, de momento, monotemático sobre cuestiones de transporte. No se preocupe la lectora o el lector, se abordarán otras cuestiones, pero ésta no me parece banal. Es una lástima no poder viajar con comodidad por la región de uno. Eso, aunque no lo parezca, también hace sentirse a un pueblo orgulloso de su tierra.

miércoles, 20 de enero de 2010

Alsa o la inconsecuencia


Ayer me propuse viajar a Plasencia. Venía el escritor asturiano Ricardo Menéndez Salmón, uno de los mejores narradores jóvenes de España. Tenía intención de tomar el autobus de Alsa que hace el recorrido Cáceres-Plasencia-Salamanca, y que salía a las 18 h. de Cáceres. Cuando llego a la taquilla, 20 minutos antes y pido mi billete el señor de Alsa me espetó "no te puedo dar billete para Plasencia". Ante mi sorpresa, me explicó que aunque el autobus pasa por Plasencia, no podía darme billete para Plasencia, ya que había otra línea que tenía la concesión para esa ciudad. El siguiente autobus de esa compañía salía a las 20.30 h. Me dijo que me podía dar billete para Salamanca, que costaría el doble, y bajarme en Salamanca. Ante mi mudo asombro, propuso otra solución, que sería tomar el autobus dirección Valladolid, que salía a las 18.25, y comprar un billete a Béjar, que me costaría sólo un poco más que a Plasencia. Acepté, pues no me quedaba otra opción, aunque con ese autobus llegaría algo escaso de tiempo para la lectura de Menéndez Salmón. Me senté a esperar a que llegara el autobus a Valladolid, algo desanimado, pero poco antes de las 18 h, se me ocurrió que, si podía viajar con billete a Béjar en el autobus a Valladolid, ¿por qué no podía hacerlo en el de Salamanca? Fui a la taquilla pero el taquillero ya no estaba. Salí a las dársenas (esa palabra tan bella, que nos sugeriría un ambiente portuario, de viajes en barcos mercantes, en lugar del terrestre medio del autobus de carretera) y vi que junto al conductor del autobus a Salamanca estaba el taquillero. Al verme, se apiadó de mí y dijo al conductor que si no le importaba llevarme, ante lo cual éste se encogió de hombros. "Anda, puedes subir, pero no te vayas más arriba de Plasencia, ¿eh?" me advirtió. Así pues, viajé finalmente a Plasencia, en el autobus a Salamanca, con un billete que decía que yo iba a Béjar en el autobus a Valladolid de media hora más tarde. Así funcionan muchas veces las cosas en Extremadura: trámites, ordenanzas estrictas, prohibiciones, "no se puede", que lo entorpecen todo, y cuya inutilidad se demuestra cuando por alguna razón interesa saltárselas. ¿No sería preferible que el pasajero tuviera la mayor cantidad de opciones posibles para circular por su tierra, que pudiera viajar a Plasencia en un autobus que para en Plasencia y no tener que esperar al que tiene la concesión, que también puede coger en otro momento? Pero aquí, parece que muchas personas tienen el lema de por qué hacer las cosas fáciles cuando podemos hacerlas complicadas, o para qué ir en línea recta, pudiendo hacer rodeos, meterse en laberintos o en callejones sin salida.
Por lo demás, eso sí, el paisaje entre Cáceres y Plasencia estaba precioso, verde como pocas veces y surcado por arroyuelos, un placer para la vista. Y la charla de Menéndez Salmón en el auditorio, relativamente concurrida e interesante.

algo más sobre Tranex

Por supuesto, Tranex no tiene página de internet, ni se pueden consultar los horarios si no es en la propia estación de autobuses, a la que lo mejor es ir directamente, pues el teléfono rara vez lo contestan. Por cierto, ayer viajé con Alsa, fue una experiencia peculiar, en breve os lo cuento, ahora tengo que salir a hacer algunas cosas.

viernes, 15 de enero de 2010

A oscuras o viajar con Transportes ¿de ganado? de Extremadura


Hoy tomé el autobús de las 19 h de Cáceres a Villanueva de la Serena, de la compañía Tranex, descendiente de la compañía Lisetur, tristemente célebre por el accidente que costó la vida a tres jóvenes el pasado verano. La compañía, tras este accidente, cambió su nombre, pero no el trato indigno e infamante que sigue otorgando a los sufridos viajeros que no pueden o no quieren utilizar el coche y prefieren usar un medio de transporte público para desplazarse dentro de la región.
Hoy, sin embargo, quiero dar cuenta de un detalle que, sin suponer riesgo para la vida de los pasajeros, supone una notable incomodidad. A poco de arrancar el autobús, se apagaron las luces, sumiéndonos en una oscuridad casi absoluta. Pregunté al conductor si no podía encender la luz, ya que varias personas queríamos leer, y dijo que no podía conducir con esa luz, y que "este coche no tiene luces de lectura". Esta es la idea que se tiene del extremeño: alguien desocupado, inculto, y a quien no le importa viajar dos horas a oscuras, más o menos como los caballos o los toros en los transportes de ganado. Cualquier persona que quiera leer, escribir, dibujar, no puede hacerlo. Lamentablemente, no existen otros medios de transporte, pues a esa hora no hay trenes ni, por supuesto, otra compañía de autobuses. En este sentido, tienen suerte quienes viven en Trujillo o Navalmoral de la Mata, pues los autobuses de Avanza, antes conocidos como AutoRes, son de mucha mayor calidad y disponen, entre otras prestaciones, de luces de lectura. Claro, porque van a Madrid. Para moverse dentro de la región y enlazar algunas de las poblaciones más importantes sólo contamos con Tranex, compañía de reciente fundación (aunque no sea, como dijimos, sino Lisetur rebautizado) ofrece el mínimo servicio: asientos incómodos, sin cinturones de seguridad, y a oscuras. En mis viajes por países como Croacia, Polonia, República Checa, Eslovaquia o Hungría, pude utilizar autobuses con un servicio bastante más aceptable. Pero al parecer los extremeños que viajamos por la región no merecemos otra cosa que Tranex, es decir, que nos traten más o menos como a ganado. Saque cada uno sus propias conclusiones. Una sería que las autoridades competentes podrían exigir unos requisitos mínimos para conceder una línea de autobuses. Otra, que al menos no nos quedemos callados, que digamos que merecemos una mejor calidad en nuestros viajes, como tienen en la mayoría de los lugares de Europa.

Declaración de propósitos


A lo largo de la última década, he vivido en países europeos, del Este y del Oeste. Aunque no lo pretendiera, cualquier persona constata las diferencias, compara y saca conclusiones. De regreso a Extremadura, no puedo sino confirmar que, en muchos aspectos, es una de las regiones con peor calidad de vida en Europa. Este blog no pretende dirigrse a los políticos, absortos en sus rencillas y ambiciones personales, sino a los ciudadanos que aspiran a tener un nivel de vida lo más digno y confortable posible, no inferior al de otras comunidades autónomas. Es, pues, un servicio "patriótico". Si Unamuno dijo que le dolía España, estas entradas serán muestras de mi dolor por Extremadura, pero también de la esperanza de que con tu ayuda, lectora o lector, podamos darnos cuenta de que otra región es posible.